La industria del oro se resiste a cambios en la fijación de precios de Londres

En la reunión que comenzó ayer en Londres, los principales agentes de la industria del oro han mostrado ampliamente sus diferencias acerca de los cambios que son necesarios de acometer en el sistema de fijación de precios. El Consejo Mundial del Oro (WGC por sus siglas en inglés) ha congregado a 34 delegados en una reunión en la que podría salir el nuevo sistema de fijación de precios del oro, aunque no parece que vaya a ser fácil. 

Desde hace varias semanas, algunos agentes de mercado habían propuesto el cambio del sistema de fijación por llamada telefónica dos veces al día a otro con un índice de referencia y cotización continua, al igual que ocurre en mercados como la Bolsa de valores. Sobre todo, las voces discrepantes son los bancos, los cuales creen que se producirá un incremento de la presión regulatoria. 

Una de las muestras del desacuerdo de los bancos que forman parte del Consejo Rector de la LBMA –Barclays, HSBC, Banco de Nova Scotia y la Société Générale– es su nula presencia en esta reunión. El WGC ha anunciado que tendrá reuniones por separado con estos agentes. Está claro que el sistema tiene que cambiar. Sin embargo, la vía de salida es igualmente problemática. 

En esta reunión no se ha abordado, por el momento, el futuro del mercado de la plata. Tanto el Consejo Rector de la LBMA como el propietario de la Bolsa de Metales de Londres han propuesto siete posibles soluciones que están siendo estudiadas de forma separada. En este caso, la presión del tiempo es mayor ya que la hasta ahora compañía propietaria del mercado (Silver Fixing Company) echará el cierre el próximo 14 de agosto. 

El denominador común de estas soluciones es el establecimiento de un sistema de contratación electrónica. Aunque parezca irreal, los mercados de commodities conservan todavía una serie de instituciones anticuadas y que generan múltiples costes de información. Por ejemplo podemos encontrar la negociación “a viva voz” que se conserva tras la última reforma del mercado de metales LME. 

Fuente: Reuters