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Real de a ocho columnario acuñado en Potosí en 1768. |
El Real de a Ocho que acuñaba el imperio español fue la primera
moneda de reserva que durante tres siglos fue referencia obligada en el comercio mundial. El Real de a Ocho, era una moneda de plata que acuñaba el Imperio español después de la reforma monetaria de 1497 con un peso de 27,468 gramos y una pureza de 0,93055%, que contenía 25,560 gramos de plata pura. Las monedas tenían un valor de ocho reales (8 reales y 272 maravedís. 1 real de a ocho = 1 duro. 2 reales de a 8 = 1 escudo).
La moneda de plata española Real de a Ocho, se difundió en todo el mundo y durante siglos sirvió para el comercio entre España y las Indias siendo el principal producto de exportación de España. Durante más de tres siglos, fue la moneda de referencia en la economía mundial y a su vez servía de referencia para las monedas que circulaban en otros Estados de su época.
El Real de a Ocho se comparaba en su época a otra importante moneda de plata que se acuñaba en Austria, el famoso Thaler o talero. El talero austriaco no contaba con la popularidad mundial del Real de a Ocho, pero se le conocía popularmente como “Spanish daller”, del cual deriva la denominación Spanish dollar y posteriormente la palabra dólar.
El Real de a Ocho, fue el eje comercial de la mayoría de las naciones y una divisa internacional indiscutible que sirvió de referencia obligada en el comercio mundial y que financió la recuperación demográfica y económica del Occidente europeo, favoreciendo la introducción del Mercantilismo en el siglo XVI. El Real de a Ocho fue la
primera moneda de curso legal que circuló en los Estados Unidos hasta que en 1857 una ley desautorizó su uso.
Mientras circuló en Estados Unidos el Real de a Ocho valía lo mismo que un dólar. Existe una anécdota muy singular y es que el precio de las acciones en el mercado de valores de los Estados Unidos estaba denominadas en octavos de dólar hasta el 24 de junio de 1997 el New York Stock Exchange cambió dicha denominación a dieciseisavos de dólar, aunque poco después se pasó a la notación decimal.
La moneda de plata El Real de a Ocho, sirvió de base monetaria al comercio internacional, hasta que las divisas europeas, respaldadas por el patrón oro, pusieron fin a esa tradición.
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Sobre 8 reales de 1772 de México resello británico: Anv: CARK COTTON WORKS 1787. Rev: FOUR SHILLINGS AND SIX PENCE |
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55 dólares estadounidenses (españoles) de 1779. |
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Billete de banco norteamericano de 5 dolares con su contravalor en Spanish Dolars impresos. |
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Billete de los revolucionarios norteamericanos de Georgia por valor de un Spanish Dolar. |
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Real de a ocho macuquino muy recortado. |
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Real de a ocho español macoquino del siglo XVII (son las míticas "piezas de a ocho" de los piratas. |
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Real de a ocho acuñado en México de Carlos III. Muy apreciados por su ley y dificultad de ser rebajados de peso. |
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Real de a ocho acuñado por los insurgentes mexicanos de José Morelos. |
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Real de a ocho con resello de Arabia Saudí. |
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Real de a ocho de Carlos IV resellado por los holandeses en Ceilán y también con resellos chinos. |
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Real de a ocho de Alfonso XII acuñado en Filipinas con resellos chinos y de Hong Kong. |
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Real de a Ocho de Carlos IV con resello de Sudán. |
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Real de a ocho de Carlos III con resello de Birmania. |
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Real de a ocho de Carlos IV con resello de Thailandia. |
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Real de a ocho de Carlos IV con resello de Zanzibar. |
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Real de a ocho de Fernando VII con resello de Bahrein. |
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Moneda de plata española muy resellada. El más grande es de la Compañia Holandesas de las Indias Orientales. |
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Real de a Ocho procedente del pecio español
El Cazador, hundido frente a las costas de Luisiana en 1784. |
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Ya fueran enteros, partidos por la mitad, a cuartos o a ochavos eran apreciados |
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Cortados y con resellos de dos islas caribeñas |
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Real de a ocho macuquino recortado en forma de cruz |
Presentación del libro "El Secreto del Imperio Español: Los situados coloniales en el siglo XVIII" por: Carlos Marichal y Johanna Von Grafenstein
Uno de los elementos más singulares del imperio español, el más extenso del mundo durante los siglos XVI-XVIII, fue que las colonias de ultramar sostuvieron la mayor parte del peso del financiamiento del imperio y de su propia defensa.
El tema, sin embargo, ha sido soslayado en la historiografía, razón por la cual este libro colectivo analiza las formas complejas y poco conocidas de mantenimiento de aquella constelación de espacios y territorios que constituían esta auténtica monarquía compuesta con territorios en Europa, América y Asia.
Más información acerca del libro:
http://alturl.com/xzfq6
Artículo escrito por: Mariom Mueller
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