En un reciente informe del economista jefe de UBS, Paul Donovan, se hace un examen desde el punto de vista económico y financiero de las monedas virtuales, especialmente sobre Bitcoin. El Informe se estructura en torno a cinco preguntas cruciales para evaluar el carácter económico de este fenómeno.
Una de las cuestiones esenciales a la hora de analizar un mercado es su precio. Después del crecimiento en un 8.750% en once meses, en este momento ha caído un 30% desde el máximo en 1.200 dólares, aunque en el día de ayer el precio superó de nuevo los 1.000 dólares. En este contexto, Bitcoin no ha sido la única moneda virtual que se ha desarrollado en los últimos años. Por ejemplo, varios juegos de ordenador han creado sus propias monedas, bien mediante la creación ex novo o bien mediante un sistema de cambios con moneda real.
¿Quién controla la oferta de monedas virtuales y criptomonedas tipo Bitcoin?
Como en todo mercado, el precio se obtiene por la concurrencia entre oferta y demanda. En el caso de una moneda virtual, la oferta depende del mantenimiento en el tiempo de las plataformas cibernéticas emisoras de ella. Si en algún momento, uno o varios emisores desaparecen, el valor de las monedas emitidas se iría a cero. Esto podría pasar también en el mundo real (la quiebra de un Estado o de un Banco Central). Sin embargo, la probabilidad de quiebra de un Estado o Banco Central es sustancialmente menor que una plataforma de internet, según el economista Donovan.
¿Es seguro tener monedas virtuales?
Las monedas virtuales, al no estar emitidas ni respaldadas por un Estado o un Banco Central, no cuentan con los esquemas de protección habituales como seguros de responsabilidad civil, fraude o robo. En este campo, el riesgo de fraude o robo es similar tanto con una moneda virtual como con una moneda de curso legal. En el caso de Bitcoin, es su propio protocolo el que regula la emisión de las monedas.
¿Es dinero una moneda virtual?
Paul Donovan considera que cualquier bien que se utiliza como “medio de pago” puede definirse de alguna forma como dinero. Sin embargo, este extremo no está sustentado en la Teoría Económica. Para que un bien sea considerado dinero debe ser propiamente un bien y una institución, con una serie de propiedades fundamentales: unidad de cuenta, medio de pago y depósito de valor. La función de medio de pago es plenamente satisfactoria. Sin embargo, las funciones de unidad de cuenta y depósito de valor son muy complicadas de definir en este campo.
¿Por qué una moneda virtual cobra importancia?
El valor de un medio de pago se toma de la disposición de un tercero de aceptarlo como contrapartida válida en una transacción. En el caso del dinero de curso legal, la contrapartida siempre acepta el medio de pago ya que existe una imposición legal de aceptación. En el caso de una moneda virtual, existe un riesgo de contrapartida muy apreciable que dificulta su extensión y fiabilidad.
La importancia de una moneda virtual también puede interpretarse en términos de reacción. La sociedad, consciente de la manipulación del dinero fíat, opta por desarrollar otros instrumentos en los que escape a esta situación.
Relación entre las monedas virtuales y el oro
“En cierta medida, el oro fue la primera moneda virtual al menos después de 1971 cuando la unión débil entre las monedas de curso legal y el oro se rompió”. La interpretación de Donovan se justifica asegurando que las monedas virtuales cumplen un papel ciertamente parecido con respecto al oro, ya que no están reconocidas como monedas pero existen ciertos mercados en los que se comercian como si lo fueran.
A pesar de esta conclusión ciertamente atractiva, no se debe perder de vista las dos características esenciales que separan mediante un abismo al oro de las monedas virtuales: el oro ha sido aceptado como dinero casi desde el principio de los tiempos y es un activo real con propiedades más allá de las de medio de pago.
Fuente: Hablemos de Minería.com
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