Australia es uno de los países del mundo donde más oro físico circula de forma ilegal, según informan fuentes cercanas a la Policía del país. En este sentido, uno de los mercados negros más activos es el establecido en los alrededores de la ciudad de Brisbane, donde el oro se esconde en carteras, maletines y hasta incluso en los motores de los automóviles.
En este momento, tanto la Policía como la Fiscalía General del Estado y la Agencia Tributaria están investigando a fondo este asunto, el cual mueve miles de dólares australianos cada semana en pequeñas transacciones. Según la Agencia Tributaria, la pérdida de recaudación o coste de oportunidad para el contribuyente de este comercio ilegal es de 65 millones de dólares americanos. Otras fuentes del sector elevan este coste hasta los 200 millones de dólares.
La existencia de comercio ilegal de oro en Australia está dañando enormemente la imagen del comercio legal de este metal precioso. Se trata de una industria que mueve millones de dólares no sólo en contratos físicos sino también en contratos de cobertura y préstamos con garantía de oro.
La reputación de este “mercado privado” está cayendo en picado conforme las investigaciones avanzan y se descubren numerosos negocios legales que blanquean dinero procedente del comercio ilegal. Los comerciantes se exponen, por si todo fuera poco, a interrupciones en el suministro de oro procedente de la Real Fábrica de Moneda, principal suministradora de oro tanto acuñado como en lingotes del país.
La primera pista que empezaron a seguir las autoridades antifraude fue un movimiento de 20 millones de dólares americanos en oro en el mes de diciembre de 2012 que, aparentemente, no tenía justificación. A partir de ahí, las investigaciones han ido desarrollándose hasta la actualidad. El rastro de la policía ha dejado al descubierto nombres de personajes relevantes en el mercado del oro como el bróker Robert Bourke o Michael Kukulka, fundador de la start-up de comercio de metales preciosos MAK.
Tanto MAK como Bourke se han convertido en los grandes negociadores de oro en la región a la que pertenece Brisbane. En sólo seis días, MAK movió 1,5 millones de dólares hacia Melbourne donde opera otro bróker muy conocido: Rocco Calabrese. Calabrese, conocido en Australia como Rocco De Gonza, posee un historial ciertamente peligroso: ha pasado por la cárcel por tres delitos en 2002, acusado de operaciones corporativas ilegales en 2010 y ha declarado la quiebra en dos ocasiones.
Desde abril, las actividades de Bourke están suspendidas por la quiebra de su negocio. Según consta en los documentos que forman parte del procedimiento concursal, la compañía debe a inversores y proveedores más de 20 millones de dólares americanos tanto en oro físico como en dinero en efectivo.
Si a esto se añade que Bourke tiene deudas con Hacienda por un importe de 18,8 millones de dólares americanos, es fácilmente comprensible que la Fiscalía, la Agencia Tributaria y la Policía estén investigando sus movimientos. De esta forma, el mercado del oro vuelve a escribir otra página cercana al delito, la estafa y el fraude.
Fuente: SMH
No hay comentarios:
Publicar un comentario