Byron King argumenta en siete puntos la necesidad de poseer oro o inversiones en oro como forma de diversificar los ahorros en un activo refugio milenario con serias posibilidades de revalorizarse
En el artículo escrito en dailyreckoning se recoge siete razones para invertir en oro ahora, antes de que alguna de las siguientes situaciones pueda materializarse e impulsar el precio del oro en un futuro cercano. Y estas razones las denomina los “Siete Pilares de Oro”.
Pilar uno: Los precios del petróleo están subiendo. Desde 2015 hasta finales de 2017, hemos disfruta de un respiro de tres años desde que el barril de petróleo alcanzó los $ 100 pero ahora, el precio del petróleo parece que ha decidido despertar de nuevo. De un precio de $ 40 hace apenas seis meses, ahora estamos en los $ 70 por barril y se pronostican precios más altos. El petróleo es energía, lo que significa que mayores costos del petróleo se traducirán en precios más altos para casi todo, no sólo a la hora de llenar el depósito del coche.
Una energía más cara es un componente importante que actúa sobre la inflación en toda la economía. Es decir, costará más conducir el coche, cultivar alimentos por agricultores, transportar la comida por las carreteras o los suministros de cualquier empresa. En definitiva, costará más mover todos los otros bienes que sostienen la economía. De hecho, la inflación basada en la energía actuará en toda la economía.
Los estadounidenses no han experimentado una inflación basada en la energía en dos generaciones, desde finales de los años setenta y principios de los ochenta. Pero cuando los precios más altos del petróleo lleguen, el efecto dominó de la inflación se reflejará en todas las partes de la economía y debilitará el poder adquisitivo del dólar. En este escenario, los precios del oro serán más altos.
Pilar dos: Tipos de interés subiendo. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés), el interés en la deuda nacional se encuentra entre las partidas de más rápido crecimiento dentro del presupuesto federal. De hecho, para 2028, el presupuesto federal gastará más en pagos de intereses (alrededor de un billón de dólares por año) que en defensa (que actualmente se sitúa en unos $ 800 mil millones en total).
El aumento de los tipos de interés eclipsará a casi todo lo demás dentro del presupuesto federal, desde la defensa hasta el control del tráfico aéreo o los parques nacionales. Mucho dinero del presupuesto irá a pagar intereses exclusivamente. Las únicas soluciones para el Congreso son menos gastos (que parece muy complicado) o aumentar déficits presupuestarios año tras año.
Si
Reserva Federal imprime más dinero para empapelar este el desastre, se traducirá en una reducción del poder adquisitivo y unos precios del oro más altos.
Pilar tres: El petro-yuan. China está trabajando arduamente para abandonar el dólar como un instrumento con el que pagar petróleo. Utilizará su propia moneda, el yuan, dónde y cuándo sea posible. En la actualidad, los contratos petro-yuan de China son lo que se llaman “a largo plazo”, lo que significa que tienen fecha en septiembre de 2018. El objetivo final de China es convencer a Arabia Saudita, uno de los tres principales proveedores de petróleo de China, de que acepte el yuan a cambio de petróleo, y abandone el vínculo –que ya lleva 45 años- con el petrodólar.
Si el comercio mundial de petróleo dolarizado recibe un golpe de estas características, podría afectar de nuevo al poder adquisitivo así que si somos conscientes de estas posibles implicaciones todavía hay tiempo para comprar oro o invertir en minería. De materializarse esta opción, soplarían vientos favorables para el oro.
Pilar cuatro: Guerras de divisas. Ya estamos en medio de las “Currency Wars” señaladas por Jim Rickards en su libro de ese título de 2010.
Las grandes naciones pueden jugar otras cartas sin llegar a una confrontación abierta, como son guerras cibernéticas o ataques a la moneda de la otra nación. Una posible guerra de divisas podría explotar y han síntomas al respecto. Rusia y China (y otros países) han acumulado cantidades inmensas de oro durante la última década. Rusia, en particular, es bastante transparente con respecto a sus reservas nacionales de oro, y los portavoces rusos no ocultan su posición de que el oro pretende ser una defensa contra la hegemonía del dólar.
Una de las tesis de Jim Rickards en Currency Wars es que Rusia y China podrían combinar sus respectivos recursos de oro y crear una divisa rival al dólar. Si el sistema de comercio mundial tiene una alternativa al dólar, la divisa estadounidense estaría en problemas. El dólar ha ido en un aumento en porcentaje dentro del comercio mundial en los últimos 45 años. Pero si el dólar pierde parte de su condición de “moneda de reserva” mundial es lógico pensar que su valor disminuya y los precios del oro aumenten.
Pilar cinco: Aranceles, sanciones y posibles guerras comerciales. En un comercio global, todo está relacionado con todo lo demás. Aranceles más altos sobre el acero chino conduce a que China grave la soja estadounidense. Prohibir las exportaciones de chips de alta tecnología a China, podría llevar a que China prohiba las exportaciones de tierras raras a los EE. UU.
Ahora, el presidente Trump está usando aranceles, impuestos, sanciones y cambios de políticas comerciales para tratar de reorganizar la dinámica comercial global. Pero el comercio mundial ha evolucionado en las últimas cuatro generaciones. Así que la Administración Trump puede tener éxito o no en su búsqueda para reorganizar los elementos de la economía de los EE. UU. para “hacer que Estados Unidos sea grande otra vez”. Pero si estamos avocados a entrar en una guerra comercial, será mejor que los implicados poseean algo de oro en sus bóvedas.
Pilar Seis: Guerra. Estamos viviendo una época complicada geopolíticamente hablando, al borde de una confrontación abierta. Las guerras cuestan mucha “plata”, como señaló una vez el antiguo erudito chino Sun Tzu. Como Sun Tzu escribió, “si la campaña es prolongada, los recursos del Estado no serán iguales a la tensión generada”.
El ruido de sables actualmente se puede escuchar, desde los países bálticos hasta el Mar Negro, el Golfo Pérsico, el Mar del Sur de China, Corea y algún otro escenario más. La OTAN se ha expandido hasta las fronteras de Rusia, provocando el malestar ruso. En Ucrania, han muerto decenas de miles de soldados y civiles. Y ahí siguen los conflictos en Medio Oriente, desde Libia hasta Siria y Afganistán. De hecho, rusos y estadounidenses ya están “peleando” en guerras electrónicas en los cielos sobre Siria. Y en otro escenario, según el almirante Philip Davidson, China ya ha tomado el control del Mar del Sur de China.
Estamos viviendo en un mundo que está bastante cerca de pasar de una guerra de divisas a una guerra real y los precios del oro tienden a dispararse con los rumores de guerra. Con guerra o rumores de guerra, el valor de los dólares disminuye y los precios del oro aumentan.
Pilar siete: Máximos de oro. En un mundo donde la demanda de oro aumente, habrá menos disponibilidad para comprar. Grandes empresas mineras de oro están planeando reducir la producción para centrarse en la rentabilidad. Hemos alcanzado la cima en la producción de oro y pocas minas nuevas están siendo explotadas. Es decir, la producción de oro en todo el mundo se ha estancado justo ahora y es probable que disminuya en los próximos años. El resultado será un precio más alto para el oro y para las empresas que lo extraigan.
Publicado en: © OroyFinanzas.com
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