Barcelona acogió la última subasta numismática del año, el martes 19 de diciembre, en la que las firmas Martí Hervera y Soler&Llach sacaron a puja un total de 798 lotes de monedas, entre las que destacaron por su calidad y rareza las onzas o monedas de 8 escudos de oro, y sus divisores, desde Felipe V hasta Fernando VII.
En esta última subasta del año en España continuaron despuntando las monedas de 8 escudos de oro, conocidas como onzas, y sus divisores de 4, 2 y 1 escudo, acuñadas sobre todo en las casas de moneda de los antiguos virreinatos de Indias.
Estas piezas, a las que algunos sectores no numismáticos denominan históricas, no solo son adquiridas para engrosar las colecciones particulares o las de los museos, sino por muchos inversores que optan por estas monedas clásicas no solo por su contenido en metal precioso, en este caso oro, sino por su alto valor de revalorización en los mercados internacionales.
La moneda española de oro, onzas, o de plata, 8 reales, son consideradas fuera de nuestras fronteras como bienes históricos de máxima singularidad. Además de ser altamente valoradas por su gran calidad, rareza y demanda, sobre todo en Estados Unidos, Rusia y China.
De ahí que, en los últimos años de este siglo XXI, no es de extrañar que entre los postores o compradores haya siempre un alto número de estadounidenses, rusos y chinos que participan en las subastas españolas y, en muchas ocasiones son los que pujan más alto y se llevan a sus respectivos países estas monedas.
Moneda de 8 escudos emitida a nombre de Carlos IV, acuñada en la casa de la moneda de Guatemala en 1794, a subasta por 7.500 euros |
En esta ocasión, se trató de seis monedas de 8 escudos las que sobresalieron entre los 198 lotes de onzas y divisores, en la subasta barcelonesa de las firmas Martí Hervera y Soler&Llach.
Del rey Fernando VI, una onza acuñada en la ceca de México en 1750, uno de los mejores ejemplares conocidos, en calidad sin circular SC, con salida en subasta a partir de 6.900 euros.
El resto de monedas destacadas pertenecen al rey Carlos IV, como la muy rara pieza de 8 escudos acuñada en la ceca de Guatemala en 1794, por 7.500 euros; otra similar, también acuñada en la casa de la moneda de Guatemala (que entonces englobaba los territorios de las actuales Costa Rica, Honduras, Nicaragua y El Salvador), pero en 1801, también muy rara, a puja en 7.000 euros.
La mejor moneda de la subasta fue una onza acuñada en 1804 en la ceca de Popayán (actualmente pertenece a Colombia), extraordinaria pieza, además de rarísima en esa calidad, que se ofreció al público a partir de 9.000 euros de salida.
Onza de Carlos IV, acuñada en 1804 en la ceca de Popayán, que salió a puja a partir de 9.000 euros |
Las últimas dos piezas destacadas, también emitidas a nombre de Carlos IV, fueron acuñadas en Sevilla: la primera en 1790, con restos de brillo original, rarísima, a subasta por 7.500 euros; y la segunda, de 1791, también con restos de brillo original y rarísima, por 6.500 euros.
No cabe duda de que estas monedas de oro, con pátina de historia sobre sus anversos y reversos, son una de las grandes opciones para coleccionistas e inversores de cara a las próximas compras navideñas.
Fuente: Oro Información
Autor:
José María Martínez Gallego
No hay comentarios:
Publicar un comentario