Burkina Faso está culminando el cambio del modelo exportador que venía manteniendo desde hace años. Las exportaciones de algodón han sido superadas por las de oro. Según las estimaciones oficiales, la producción de oro se incrementará un 25% en los próximos dos años hasta alcanzar las 40 toneladas anuales.
El peso del oro en el sector exportador ha crecido hasta situarse cerca del 20% del PIB. Esto ha sido posible gracias a la apertura de nuevas explotaciones mineras propiedad de las compañías TrueGold, Gryphone y Roxgold. Además de estas compañías, otras que actúan en esta nación del oeste de África son la minera canadiense IamGold y Semafo.
El objetivo es conseguir en dos años una producción de 40 toneladas frente a las 32 actuales y el aumento de dos nuevas explotaciones frente a las 7 con las que cuenta en la actualidad y, a más largo plazo, el número de minas crecería hasta la quincena. Para muchos países como éste, el comercio de oro se está convirtiendo en una vía de salida de la extrema pobreza, aunque esto no arregla, ni de lejos, los problemas estructurales de estas economías y la lucha de las élites por extraer todo lo posible de sus ciudadanos.
Burkina Faso, dentro de lo que cabe, es uno de los países africanos que más seguridad jurídica ofrece a las inversiones extranjeras. Es el caso también de Zambia, la cual está trabajando en una extensión de los mercados dentro de su pertenencia a la Commonwealth. Si estos países son capaces de respetar los contratos y ofrecer seguridad a las inversiones, podrán encontrar una vía de desarrollo necesaria, aunque no suficiente.
Fuente: Reuters
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